Qué puedo hacer para vivir mi fe desde casa y en familia. 15 sencillos actos de caridad que olvidamos a menudo: pueden hacerse en nuestra vida cotidiana 1. Sonreír ¡Un cristiano siempre es alegre! No nos damos cuenta pero cuando sonreímos aligeramos la carga a quienes nos rodean. Cuando vamos por la calle, en el trabajo, en la casa, en la universidad. La felicidad del cristiano es una bendición para los demás y para uno mismo. ¡Quién tiene a Cristo en su vida no puede estar triste! 2. Dar las gracias siempre (aunque no "debas" hacerlo). Nunca te acostumbres a recibir porque lo necesitas o porque tienes "derecho a". Todo lo recibes como un regalo, nada te "lo deben" aunque hayas pagado por ello. Da siempre las gracias. Es más feliz quien es agradecido. 3. Recordarle a los demás cuánto los amas. Tú sabes que los amas ... ¿y ellos? Las caricias, los abrazos y las palabras nunca sobran. Si Jesús no se hubiera hecho carne, nosotros jamás habr
Comentarios
Publicar un comentario